El primer furgón se acercaba despacio a la sede de CIPHER S.A.
para no llamar mucho la atención de los guardias, de todos ellos Tecno era el
que más nervioso estaba por la novedad de la situación, pero unas palmaditas de
Demyx consiguieron relajarle un poco.
Una vez parados, Snake se volvió hacia la ventana que daba a la
parte trasera mientras se colocaba encima el traje de soldado de CIPHER.
- Es una tapadera menos elaborada de lo que me gustaría pero lo
cierto es que dentro de la sede esos soldados no se fijan mucho en los que van
como ellos – dijo en tono serio – Allí hay una bolsa con las bombas que tú
modificaste Tecno, mejor cógelas tú ya que, visto lo visto, eres más mañoso que
el resto con esas cosas. No me gustaría imaginar los estragos que causarían si
fuera Demyx quien se hiciera cargo de ellas.
Éste rió tras pensar unos segundos si debería hacerlo teniendo en
cuenta la situación en la que estaban y si Snake lo había dicho como una broma;
realmente le estaba costando adaptarse a algunos momentos y no sabía cómo debía
sentirse exactamente.....o cómo debía fingir en su caso. Lo que sí estaba claro
es que su reacción siempre tenía resultados cuando estaba delante de otras
personas.
- Encantado de cargar con los explosivos – respondió Tecno, que
había conseguido calmarse del todo - ¿Dónde están los disfraces? Oh, gracias
Demyx.
Tras haberse ajustado los trajes, Snake procedió a explicarles lo
que tendrían que hacer a continuación.
- El plan es entrar por la puerta principal como si fuéramos
soldados corrientes para averiguar en qué planta se encuentra el laboratorio
del científico. Nuestro contacto interno nos avisó de que allí encontraríamos
una de las 2 claves necesarias para acceder al lugar donde guardan el
artefacto, de modo que sólo nos queda saber dónde se encuentra ese lugar. ¿Alguna
pregunta?
- Eeeh.... - comenzó a decir Tecno - ¿Podemos fiarnos de la
información que os da ése contacto interno? Ya sabes....muchas veces suele ser
una trampa para atraernos.
- Te puedo asegurar que está de nuestra parte; gracias a que puso
cámaras alrededor de nuestra base nunca nos han encontrado y el sistema de
ganchos que te trajo hasta nosotros corrió de su cuenta. No es momento de
vacilar, Tecno.
- Ah sí......menos mal que pusisteis cojines para amortiguar la
caída – dijo soltando una risa – Vale, sólo quería asegurarme de que no nos
estaban poniendo una pistola en la espalda; siento haber dudado. ¡Vamos a por
esa clave!
Demyx sonrió al ver el entusiasmo de Tecno y todos salieron del
furgón tranquilamente salvo el capitán Falcon, pues su tarea era únicamente
traerlos a CIPHER sin que fueran detectados. El resto ya era cosa de los demás.
En el
momento en que cruzaron la puerta principal a Tecno le invadió de nuevo una gran
tensión, las manos comenzaron a sudarle y por su mente pasaban fugaces retazos
de recuerdos sobre ese lugar; Snake tenía razón, realmente el sitio le sonaba
muchísimo, pero aún le estaba costando acordarse de todo lo vivido allí.
Sus compañeros notaron su nerviosismo y, para que se le fuera
pasando, Snake empujó levemente a Tecno para que comenzara a caminar, ya que se
había quedado paralizado en el sitio.
- ¿Te va sonando algo? - preguntó él.
- Ssí.....algo sí que me suena....- respondió él, la voz se le
trababa un poco por culpa de los nervios – pero será mejor que....sigamos
andando.
Bajo la mirada de algunos soldados que pasaban por allí, los tres
rebeldes continuaron su búsqueda subiendo al primer piso; Tecno sufrió un
dejavú que le mostró que claramente el laboratorio no estaba en aquella planta,
por lo que continuaron subiendo.
La segunda le hizo dudar algo más pero, tras concluir que en aquél
sitio tampoco estaba, siguieron su marcha por la tercera planta; allí Tecno
estaba tan sumamente perdido como el resto, pues no conseguía sacar nada claro
de los pocos recuerdos que tenía en ese momento.
Un soldado se les acercó tras ver que sus “compañeros” estaban muy
parados; alarmados ante el posible peligro, intentaron contenerse todo lo que
pudieron y se metieron en su papel.
- Perdonad, pero me parece que andáis algo despistados, ¿os puedo
ayudar en algo? - dijo el soldado, que se mostró más amable de lo que el grupo
había imaginado; un golpe de suerte, al fin y al cabo.
- Sí, mira – comenzó Snake – nos han mandado a por algo al
laboratorio pero.....
- Es que somos nuevos y no sabemos exactamente dónde está –
secundó Tecno – y como aquí vamos todos igual vestidos supusieron que ya nos
conocíamos el lugar.
Demyx asintió apoyando lo que Tecno acababa de inventar, parecía
bastante convincente y el soldado se mostraba comprensivo ante los argumentos
que esgrimían sus dos amigos; era cuestión de minutos que les revelaran dónde
se encontraba el laboratorio. Pero como siempre pasa, la suerte se pasa
volando.
Otros soldados del fondo le llamaron la atención diciendo que le
necesitaban para patrullar las calles de Shadow Moses, por lo que, tras disculparse
ante el grupo de rebeldes, les dejó allí plantados mientras se reunía con el
resto.
- Qué mala pata....con lo bien que estaba saliendo todo – dijo
Demyx en voz baja.
- Sólo nos queda continuar y probar suerte con otro soldado –
comentó Snake mesándose la barbilla – Aunque parece que los demás están
demasiado ocupados.....En cualquier caso tenemos que seguir adelante sin llamar
mucho la atención.
Durante su marcha por la cuarta planta Tecno se quedó parado de
repente, los demás se volvieron algo preocupados para saber qué le pasaba pero,
en cuanto le vieron sonreír, todas sus dudas se esfumaron de golpe: el lugar
donde se había detenido era frente a un ascensor en el que ninguno de ellos se
había fijado, aunque no es de extrañar ya que allí todas las plantas eran
iguales. Todas salvo esa, que tenía un ascensor de más donde normalmente sólo
había pared.
- ¿Es éste, Tecno? - preguntó Snake - ¿Seguro que éste ascensor
nos llevará al laboratorio?
- Sí, no hay ninguna duda; es la peculiaridad que tiene este piso:
un ascensor de más – dijo convencido – Recuerdo.......verlo muy a menudo y sé
que es único; estamos en el lugar correcto.
- Perfecto, vamos entonces. No hay un segundo que perder.
Tecno y Snake entraron en el ascensor y, cuando iban a pulsar el
botón de bajada, repararon en que Demyx aún no había puesto un pie en él; algo
le estaba deteniendo, se sentía sencillamente incapaz de dar un paso debido a
los recuerdos que ahora cruzaban su mente.: el laboratorio, el horrible trato
que el científico tuvo con él......la pérdida de su corazón.
- Demyx, vamos – le dijo Tecno – no puedes echarte atrás ahora;
¿qué es lo que te pasa?
- Yo.....no puedo.....- dijo él, movido por una profunda ansiedad
– No puedo......
Tecno salió del ascensor y cogió del brazo suavemente a su amigo,
que sin duda estaba sufriendo por culpa de lo que fuera que se le estuviera
pasando por la cabeza; una vez estuvieron dentro, Snake pulsó rápidamente el
botón por si a Demyx se le ocurría salir corriendo. Conforme fue bajando, más
aumentaba la ansiedad; la presión era tan asfixiante en el interior de Demyx
que se quitó el casco de soldado y comenzó a respirar con más rapidez,
denotando lo mal que se estaba empezando a encontrar. Tenía tanto miedo que, de
no ser porque el ascensor estaba cerrado, habría corrido como nunca en su vida
para escapar de aquél lugar y no volver jamás.
- Demyx....tranquilo – empezó a decir Tecno – Sólo vamos a bajar,
conseguir la clave y salir de allí rápidamente.
- Tú....no lo entiendes....- dijo él – yo....mi corazón.....Fue el
científico quien hizo que desapareciera.
Tanto Tecno como Snake palidecieron ante el comentario de su
amigo; ¿tan terribles eran los experimentos de aquél hombre como para poder
quitarle a alguien un corazón? Normal que el pobre muchacho estuviera sufriendo
un ataque de ansiedad, ¿quién sería capaz de aguantar la situación después de
lo que había pasado?
- Demyx, tienes que superarlo – comenzó Snake – Piensa que estamos
haciendo esto para conseguir la liberación, podrás volver a tu mundo si todo
sale bien.
- Escúchame – dijo Tecno mirándole a los ojos - eres fuerte Demyx,
siempre estás riéndote a pesar de todo y aunque seas incapaz de sentir las
cosas por la falta de corazón has demostrado ser más persona que muchos otros.
Tú puedes con esto, sabes que sí; sólo debes seguir sonriendo ante la
adversidad como has hecho siempre. ¿Estás conmigo?
En ese momento, su amigo cerró los ojos encajando las palabras que
acababa de escuchar; en todo lo que llevaba en “Avalancha” sólo una persona
antes que él había mostrado esa empatía y le había dado fuerzas para
continuar......sólo Cloud, de entre todos los demás, se había preocupado
realmente por él animándole en los momentos en que le veía más decaído.
Ahora Tecno estaba suplantándole, aunque las palabras eran casi
las mismas que las que decía su querido amigo, Demyx pudo notar que Tecno las
estaba sintiendo realmente y que quería que se encontrara mejor; no sólo por la
misión, sino también para que se sintiera bien consigo mismo.
Tras pensarlo, reunió todas las fuerzas que tenía y le dedicó a
Tecno otra de sus falsas sonrisas; agradecido por lo que acababa de decirle....o
al menos así quiso mostrarlo, ya que era incapaz de sentir nada positivo en lo
más profundo de su alma. Igualmente sirvió para que su amigo le devolviera el
gesto.
- Gracias......- consiguió decir tras haberse calmado.
La escena hizo que Snake sonriera también, ése era el tipo de
compañerismo del que les había hablado y que sólo las buenas personas eran
capaces de mostrar incluso entre desconocidos; ahora estaba seguro de que la
misión sería un éxito siempre y cuando el resto de miembros de la resistencia
se mostraran tan empáticos y colaboradores como lo estaba siendo Tecno ahora
mismo.
De pronto, el ascensor se paró en seco y las puertas se abrieron
lentamente para mostrarles el lugar al que habían llegado: un largo pasillo se
abría ante ellos llegando hacia una puerta que quedaba muy al fondo, pasando
antes por otra que parecía más grande de lo normal. A su derecha había otro
pasillo que daba a una habitación que quedaba fuera de su alcance visual; pero
lo más sorprendente de todo era que el suelo estaba cubierto por una capa de
hielo, al menos 5 centímetros separaban sus pies de la placa de metal.
- Recuerdo esto......- dijo Demyx de repente – Siempre hacía este
frío.....él...él era en sí mismo frío.....
El silencio inundó el lugar por un momento y todos compartieron
una mirada complicidad antes de ponerse en marcha; andaron con sumo cuidado por
la estancia, pues aún no sabían si estaban solos o si el mismo científico
pululaba por allí en esos momentos.
Tras asomarse con cuidado al ventanal redondo de la puerta más
grande, Tecno pudo comprobar que la enorme estancia estaba vacía, además de
haber deducido por la disposición del lugar que ese era efectivamente el
laboratorio que tanto estaban buscando. Empujó la puerta despacio para comprobar
si estaba cerrada pero, para sorpresa de todos, ésta se movió hacia adentro sin
ningún problema; ¡menuda suerte estaban teniendo!
Manteniéndose aún alerta, Snake y Tecno entraron en el laboratorio
y comenzaron a examinar cada rincón en busca de alguna pista que les indicara
dónde estaba la clave; de nuevo fue Demyx quien se quedó rezagado, se sentía
incapaz de dar un paso más.
- Demyx, si
te cuesta entrar en el laboratorio, quédate haciendo guardia, ¿vale? Así no te
sentirás tan incómodo – indicó Tecno viendo que su amigo volvía a tener esa
expresión seria que tan poco le pegaba después de ver su alegría anterior.
- De acuerdo – fue lo único que respondió antes de invocar su
sitar y darles la espalda.
El lugar era bastante grande, muy típico para las cosas que se
hacían allí; olía a limpio y las 2 camillas metálicas que encontraron a la
izquierda parecían nuevas del brillo que despedían; nadie hubiera dicho que
aquél lugar había sido testigo de varios experimentos con humanos.
Detrás de las camillas había colocadas en paralelo 3 o 4 mesas
mucho más alargadas y llenas de cajones que Tecno y Snake comenzaron a
inspeccionar sin éxito, ya que todos ellos estaban vacíos, como si nadie los
hubiera utilizado nunca. Lo más curioso de aquél sitio es que carecía
totalmente de ventanas, por lo que la luz que les alumbraba era totalmente
artificial.
Las probetas que inundaban la mesa estaban vacías y los
puntiagudos utensilios se veían limpios y listos para ser utilizados de nuevo;
a Tecno se le pusieron los pelos de punta con tan solo mirarlos. ¿Serían esas
las herramientas que el científico usó con Demyx? No había duda, desde luego
que era un carnicero.
- ¿Has encontrado algo, Tecno? - preguntó Snake algo cabreado, su
búsqueda tampoco había tenido el éxito que esperaba.
- Nada, lo siento – contestó él, con la misma decepción – Sólo nos
falta por mirar aquél escritorio de allí.
El lugar al que señalaba estaba en el extremo derecho de la gran
sala, donde un escritorio de madera ocupaba la esquina; su superficie estaba
llena de papeles un poco desordenados y tenía 2 cajones a ambos lados. Era su
última opción, de modo que se acercaron esperando encontrar algo.
Cuando ya estaban cerca, Tecno pudo escuchar una tenue pero rápida
respiración proveniente del mueble, lo que le dejó congelado en el sitio.
Alarmado por su descubrimiento, hizo un gesto a Snake para que dejara de
caminar hacia el escritorio y le dijo en susurros que había alguien escondido
debajo.
- Rodéalo por el lado izquierdo, yo me acercaré por el derecho
para que no escape – dijo Tecno en voz baja.
Asintiendo, Snake se colocó en la posición indicada mientras
desenfundaba su pistola y mirándose ambos con seriedad, se asomaron a la vez
apuntando con sus armas a quién estaba debajo del escritorio. Su sorpresa sólo
fue superada por la de la persona que los observaba muerto de miedo.
¡Un niño! ¡La persona que estaba escondida bajo el escritorio era
solamente un niño! El crío estaba tan asustado que apenas podía pronunciar una
palabra, tenía las manos pegadas a la boca y temblaba de manera preocupante.
- ¿En serio? ¿Un crío? - dijo Snake como aliviado – Joder, menudo
susto.
- Para susto el que tiene él – secundó Tecno riéndose – Hey
pequeñajo, ¿qué estás haciendo en un sitio como éste?
- Por favor.....- consiguió decir él – machaos, por favor.
El niño tenía el pelo rubio y levantado por delante, vestía unas
bermudas vaqueras y una camiseta de rallas rojas y amarillas; bastante
normalito si se compara con la gente que se habían encontrado antes.
- ¿Alguna novedad? - dijo Demyx desde la puerta, parecía
preocupado de que tardaran tanto.
- Nada, sólo hemos encontrado un niño aquí escondido – respondió
Snake, que estaba inspeccionando el primer cajón. Por desgracia éste estaba
vacío.
- Chico, ¿cómo te llamas? - preguntó Tecno, que ya le estaba dando
algo de lástima aquél zagal.
- Lucas.......
- Mira Lucas, este sitio es peligroso, deberías salir de aquí
cuanto antes.
-Yo...no puedo irme......- dijo él con tristeza- ¡Pero vosotros sí
deberíais iros de aquí! Si vuelve el científico no sé lo que hará con vosotros.
- ¿Cómo es ese científico?
- Pues....- se cortó a sí mismo, no estaba seguro de si debía
ayudar a esa gente, aunque si le describía cómo era aquél hombre, por lo menos
podrían identificarle cuando le vieran aparecer – es...alto, muy alto; y tiene
el pelo rubio y largo....hasta los hombros. Y los ojos son verdes.
Tecno miró a Snake para ver si a él le sonaba de algo el hombre
que le estaba describiendo Lucas pero él se encogió de hombros y le instó a que
siguiera buscando en los cajones; no tenían tiempo para perderlo con aquél
niño, se estaban jugando mucho y debían ser eficaces en su parte del plan.
- Bueno, de todas formas no voy a dejar que te quedes aquí – dijo
Tecno abriendo el primero de los cajones que estaba en su lado, tampoco
encontró nada en él – Oye, ¿hay algo aquí que pueda servirnos para encontrar la
clave?
- Yo....no debería.....- dudó, el solo hecho de pensar en el
científico provocaba pavor en Lucas y no quería sufrir más daño,pero por otro
lado tampoco quería que ellos sufrieran su ira – Por favor, ¡marchaos!
- Lucas tienes que ayudarnos, si nos dices dónde está la clave te
prometo que haré lo que sea para sacarte de aquí – Tecno le cogió de los
hombros y obligó a que le mirara tratando de hacerle llegar sus buenas
intenciones.
- Yo....la clave.....no está aquí.
- ¿Cómo dices? - interrumpió Snake alarmado.
- Esto...lo que quiero decir es que no está en el
laboratorio.....- terminó Lucas – aquí lo que hay es la llave que abre la
puerta del fondo.....allí es donde tiene escondida la clave.....
- Vale.....parece que no nos queda otra opción – concluyó Snake –
Ya hemos revisado todos los cajones salvo estos dos, como no esté aquí la llave
tendremos que abrir la puerta.
- ¿Con explosivos? - preguntó Tecno entusiasmado mientras abría
otro cajón.
- ¿Quieres que nos detecten antes de saber nada? No seas burro, ya
habrá tiempo para explosivos.
- Es una promesa – dijo él mientras examinaba el interior del
mueble. Todo lo que había eran papeles y una pequeña esfera de color verde,
parecía ligeramente agrietada y era idéntica a la esfera que él llevaba consigo
desde que despertó en aquél callejón salvo por la palidez del color –
Materia.....
Las materias eran esferas que encerraban el poder mágico de un
elemento y sólo quien poseía los conocimientos necesarios era capaz de usar la
magia que enceraba para lanzarla contra el enemigo; tenía tantos usos como
poder mágico poseyera el portador, de modo que ésta sólo dejaría de producir
magia cuando el dueño no pudiera más por cansancio. La materia que poseía Tecno
le daba la habilidad de lanzar rayos contra el enemigo.
- ¡Aquí está la maldita llave! - exclamó de repente Snake,
contento de haber encontrado por fin algo de provecho - ¿Es esta?
Lucas asintió en el mismo momento en que posó sus ojos en ella,
estaba hecha de cristal pulido y era bastante grande; pero eso no le quitó de
encima el miedo que le atenazaba, pues aún se negaba a moverse del sitio;
siempre temiendo que llegara aquél hombre.
- Bueno, si no puedes irte quizás es mejor que no lo hagas –
reflexionó Tecno un momento - a fin de cuentas aquí no hay nadie y es un buen
sitio para ponerse a salvo. Demyx, ¿puedes venir, por favor?
Éste se giró, aún temeroso, pero en cuanto vio al pobre chaval
temblando en el suelo trató de cambiar de expresión para no asustarlo más
todavía; hizo acopio de todas sus fuerzas para mostrarse amigable a pesar de
todo.
- ¿Quieres que me quede con él? - dijo Demyx cuando llegó hasta
ellos.
- Al menos cuídalo hasta que encontremos la clave en la sala del
fondo – su humanidad no le permitía estar tranquilo si no ponía a salvo a ese
niño antes de continuar con la misión.
- Cuenta conmigo Tecno – sonrió él a la par que levantaba el
pulgar.
- Bueno vámonos ya, estamos perdiendo un tiempo muy valioso –
apremió Snake.
Echaron a
andar con paso ligero cruzando la estancia en pocos segundos y, justo cuando
habían alcanzado el umbral de la puerta del laboratorio, descubrieron con
horror que varias personas les cerraban el paso; Tecno y Snake se quedaron
quietos en el mismo momento en que los vieron allí esperándoles.
- Un hombre alto......muy alto.......con el pelo rubio y
largo......hasta los hombros....- dijo Tecno, para sí mismo recordando la
descripción que Lucas le había dado hace unos momentos del científico. Encajaba
a la perfección con la imagen del hombre que tenía enfrente acompañado por 2
soldados.....